Los amplificadores de válvulas para guitarra siguen siendo los reyes de la tonalidad. A pesar del desarrollo de los diseños de transistores y el actual boom del modelado digital, la válvula se sigue desmarcando entre las demás tecnologías por su calidez, su naturalidad y su overdrive cargado de armónicos de gran musicalidad. Sin embargo estos amplificadores conllevan un mantenimiento mayor.

Con el paso del tiempo los guitarristas pueden notar como la respuesta de su amplificador evoluciona. Este cambio es tan gradual que muchas veces es complicado advertirlo. Los principales síntomas suelen ser una pérdida de brillo, ataque, dinámica y potencia. Muchas veces esto va unido a un ruido constante (hum) o a vibraciones internas que se amplifican por el altavoz. Estos síntomas son un indicativo inconfundible de que el amplificador necesita un cambio de válvulas.

Uno de los mayores inconvenientes de las válvulas frente a los transistores son sus grandes tolerancias. Esto provoca que dos válvulas del mismo modelo y lote  se comporten de forma muy distinta en un mismo amplificador. Este problemas se hace verdadéramente importante en las etapas de potencia. Para solucionarlo no basta con instalar válvulas de potencia emparejadas («matcheadas«), si no que se debe realizar un adecuado ajuste de bias .  Este procedimiento es muy importante para  que la etapa trabaje en su punto óptimo, obtener el mejor rendimiento y alargar la vida de las válvulas. 

Este ajuste se puede (y se debe) realizar en cualquier amplificador «fixed bias«, los cuales suelen ser la gran mayoría cuando se habla de potencias iguales o superiores a 40W . Sin embargo en otros amplificadores con «cathode bias»  este procedimieto es mucho mas laborioso al tener que modificar las resistencias cerámicas de cátodo. Hay muchos que piensan que este tipo de amplificadores, tambien denominados «auto-bias«, no necesitan ajuste, ya que la propia resistencia de cátodo auto-regula la corriente de placa. Sin embargo, esto lo único que hace es reducir (pero no eliminar) la tolerancia.  En este tipo de amplificadores se suele optar por una selección de válvulas según sus parámetros eléctricos, para adecuarlos al bias requerido por el amplificador. En ningún caso es recomendable cambiar válvulas con la idea de que el propio amplificador auto-regulará el bias.